Un patrulla con dos tránsitos fue baleada con aparente furia.
Los sicarios descargaron más de cien balas, a decir por los casquillos que inundaron el asfalto.
Se podría hacerles una escultura en su memoria con tanto metal.
La patrulla viajaba de poniente a oriente por la avenida Miguel Alemán, a 100 metros de la carretera a Hiunalá. Tratando de huir, o por las balas, el auto terminó impactado con un poste de luz.
Seguro no fue por una multa. Si era un mensaje del crimen organizado, podrían ser un poco más blandos en sus mensajes.
Hablando se entiende la gente. Esta bien que es Apodaca, pero hasta allá se puede hablar.
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